Suele ser, por desgracia, un caso cada vez más habitual: ante la posibilidad de perder un caso de divorcio o como simple venganza, una madre o un padre escapa con el hijo común. Existen procedimientos claros en el caso de ser el padre el autor, pero y si es la madre la que ejerce este “secuestro parental”. Sobre todo porque suele mediar la sombra del maltrato, como denuncia falsa o cierta.
En el caso de la madre, de la misma manera que la ley presenta garantías a la hora del régimen de visitas, pensiones o derechos sobre el domicilio; así sucede cuando es la autora del secuestro. Una denuncia de violencia de género, suele paralizar todo proceso de manera cautelar, a la espera de dilucidarlo. ¿Puede un hombre utilizar el mismo recurso? No. Incluso si es algo cierto y probado, el abuso masculino se cataloga como de violencia doméstica, por lo que de ser el padre el que trata de poner a salvo a sus hijos, la práctica forense es menos permisiva.
¿Y al revés? Si un hombre sufre una denuncia de violencia de género como mecanismo legal. Sólo una defensa experta puede demostrar la invalidez de la denuncia; e incluso en ese caso, solo la pericia del abogado defensor puede conseguir una sentencia de divorcio favorable al hombre y sus hijos, víctimas ambos del maltrato y secuestro.
Sí, es posible conseguir la victoria y un fallo favorable para el hombre en casos de secuestro penal, pero sólo con la experiencia de los años que muy pocos bufetes pueden ofrecer.