¿Una denuncia falsa tiene consecuencias reales para el falso denunciado? Se suele asumir que las denuncias falsas no existen, que son una especie de estrategia para desacreditar al feminismo. Y sí, por suerte son minoría, como lo son en cualquier tipo de delito. Pero existen y es importante conocer las consecuencias que tienen para el demandado y el demandante.

Un hombre puede ser acusado falsamente de malos tratos. Y para más desgracia, suele ser el hombre maltratado el que es acusado falsamente por su propia maltratadora. Se suele argumentar que es fácil detectar una denuncia falsa, y lo es por ejemplo en el caso de un robo, ya que se suele detectar el fraude en la denuncia con bastante rapidez. Pero los propios protocolos para proteger a las mujeres maltratadas se basan en la desprotección de los hombres maltratados en este caso. El garantismo de nuestro sistema judicial hace que aunque existan indicios de falsedad o no exista una veracidad más allá de lo razonable se admita a trámite la denuncia.

Durante ese tiempo, el hombre tiene presunción social de culpabilidad (que no jurídica, por supuesto). E incluso aunque la instancia acabe fallando a su favor, normalmente el daño ya está hecho. Y aunque el delito por denuncia falsa existe, el resarcimiento por el daño causado suele ser muy pobre: la destrucción de la reputación de una persona a cambio de una multa económica o unos meses de cárcel.

 

Víctor Martínez Patón