Uno de los principales obstáculos que encontramos en una aplicación efectiva de los protocolos de protección es la falta de denuncia. Y los maltratadores, ya sea por casos de abusos sexuales o por maltrato dentro de la pareja, se aprovechan del desconocimiento que el Estado sufre si no hay denuncia. El miedo de la víctima o la necesidad de normalizar una conducta para conseguir una sensación de falsa seguridad es la principal baza para perpetuar el maltrato. Pero también del entorno. Ya que por ejemplo en casos de abusos sexuales pueden dar parte a la policía para que inicien una investigación preliminar.

Debemos ser conscientes que la denuncia es siempre el método más efectivo de defensa. Permite que la maquinaria judicial se ponga en marcha. Por eso debe darse ese paso adelante. Los profesionales podemos conseguir con la ley cambios a mejor en la vida de las personas, ayudarlas a salir de situaciones horribles o callejones sin salida aparente. Pero necesitamos la denuncia. Seas víctima o estés en el entorno de una víctima, no lo dudes. La justicia, aunque imperfecta, siempre retribuye mejor que la inactividad.

Víctor Martínez Patón