En nuestro blog Derecho de Familia reflexionamos sobre el acoso escolar, centrándonos en el caso de Alejandro. El menor, quien lleva años sufriendo bullying, tiene una depresión que no le permite ir al instituto.
El pequeño Alejandro lleva desde los 7 años sufriendo acoso escolar y, desde hace 2 meses sus padres han decidido que deje de acudir al instituto. Durante el tiempo que lleva siendo víctima de esta terrible lacra, Alejandro ha pasado por numerosos ataques de ansiedad y está en tratamiento por depresión.
La familia, ante la falta de soluciones por parte del centro educativo, han decidido denunciar este acoso a las autoridades, demandando una orden de alejamiento para el agresor, aunque todavía no han recibido respuesta del juez.
Alejandro y su familia se ven totalmente desamparados, sin ayudas ni del centro educativo ni de la Administración. Ya cambiaron al menor del centro y, aún así, Alejandro ha seguido siendo víctima de esta violencia.
El acoso escolar, además de las heridas físicas, puede tener consecuencias psicológicas que duren toda la vida de la víctima.
Los centros deben comprender la diferencia que existe entre una riña puntual que dos estudiantes y el acoso escolar. La primera, no perdura en el tiempo y no causa heridas psicológicas, en cambio, el acoso se prolonga durante meses o incluso años y la víctima puede llegar a sufrir trastornos como la depresión.
Se debe educar desde las aulas en el respeto a los compañeros y que, en cuanto alguno de sus compañeros esté siendo víctima de acoso, denunciarlo a los profesores o a los padres para que puedan tomar cartas en el asunto.
Cualquier caso de acoso escolar debe ser denunciado y, si el centro no proporciona el apoyo necesario, es importante contar con un abogado que asesore acerca de las medidas legales que debemos tomar.