En nuestro blog Derecho de Familia hemos hecho un análisis sobre la homofobia en el deporte. En el mundo del deporte la homosexualidad todavía se considera un tema tabú, por lo que muchos deportistas de élite siguen escondiendo su orientación sexual en el armario. De hecho, son habituales los gritos homófobos, ya sean hacia deportistas o árbitros, en muchas competiciones.
Esta semana hemos conocido una encuesta que ha realizado BBC Radio, en la que el 8% de los encuestados reconoce que dejaría de seguir los partidos de su equipo de fútbol si uno de los jugadores reconociera abiertamente que es homosexual. Unos resultados lamentables que ponen sobre la mesa la necesidad de seguir trabajando por la igualdad y la defensa de los derechos.
En las Olimpiadas de este año ser homosexual era síntoma de burla y la mayoría de los casos que se registraron no tuvieron ningún tipo de castigo, por lo que los aficionados pueden seguir cometiendo este tipo de delitos de odio sin miedo a ser sancionados o con unas sanciones muy poco significativas.
Por otra parte, hay equipos de fútbol que están intentando lograr la aceptación de la comunidad LGTB en el deporte. El Rayo Vallecano, así como su afición, aparecieron en el partido celebrado contra el Girona CF, portando pancartas en las que se podía leer: “Rayo Vallecano contra la homofobia” y “All colors are beautiful”. Además, el Rayo Vallecano, un equipo que siempre ha defendido la igualdad de todas las personas, va a lucir en todos sus partidos cordones de las botas arcoiris contra la homofobia.
Este tipo de acciones deberían ser tomadas como ejemplo por el resto de clubes, generando un movimiento dentro del mundo del deporte en el que la tolerancia hacia el colectivo LGTB fuera la norma.
Un delito de odio contra el colectivo LGBT, ya sea en el mundo del deporte como en el día a día debe ser siempre denunciado, ya que sólo entre todos podremos poner fin a este problema de incivismo y desigualdad.