Imaginemos una familia con tres hijos. Viven bien, son precavidos y ahorradores y a los niños nunca les faltó de nada. Sin embargo, un día los padres sufren un terrible accidente y los niños tienen que enfrentar solos la situación. Agradecen el espíritu austero de sus padres que les va a permitir a rehacer sus vidas con tranquilidad y continuar sus estudios con lo que dejaron ahorrado.

Llega el momento de leer el testamento. Sin embargo, la inseguridad aparece de nuevo en sus vidas al darse cuenta de que éste no existe.

En esta situación, es cuando tiene lugar la sucesión intestada. No existe testamento o es nulo. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo podemos evitar esta situación? Te facilitamos el siguiente enlace donde aclararás todas tus dudas:

La sucesión intestada: cuando no hay testamento