Los datos están ahí. Es una triste realidad, pero en países como Reino Unido y Alemania el número de denuncias por maltrato masculino, el sufrido por un hombre, se ha doblado en este 2018. En España, seguimos sin poder conocer los datos; y eso vuelve ineficaces nuestras leyes.
Lo primero que podríamos pensar, es que en España sufrimos menos casos de hombres maltratados. Lo que, a riesgo de no poseer ni si quiera datos que comparar, parece una explicación apresurada. Una explicación más plausible sería equipararlo con lo que sucede con los casos de maltrato femenino, en donde también nos doblan los países del norte; no es porque sucedan menos aquí, sino porque la cultura de la denuncia al maltrato está más extendida en nuestros vecinos.
No disponer de datos públicos sobre los casos de maltrato es algo grave, tanto para hombres maltratados como para mujeres maltratadas. Aunque en este segundo caso disponemos de más datos. ¿El maltrato masculino afecta a hombres de bajo o alto nivel adquisitivo? ¿Qué nivel de estudios tienen en la pareja? ¿Tienen hijos o es más común en parejas jóvenes? ¿Cuánto tarda un maltrato psicológico en convertirse en físico? Son todas cuestiones relevantes para una ley. Permiten establecer protocolos, cursos de actuación, generar concienciación y, sobre todo, visibilizar, mediante la concreción, un problema.
Ponerle cifras a un problema es hacerlo real. Por desgracia, son muchas las historias desgarradoras que llegan a nuestro bufete. Complejas y difíciles. No solo por la situación que deben atravesar, sino por la soledad judicial que suele acompañar todos estos casos de maltrato. Y, aunque no podamos poner datos estadísticos sobre la mesa, sabemos que es un problema muy grave. Y que el maltrato masculino, como cualquier otro tipo de maltrato, se le debería poner freno sin esperar al apellido que venga detrás: masculino, femenino o infantil; porque todos somos seres humanos.
Desde nuestra posición, aportamos años de experiencia en la gestión de estos duros casos de maltrato antes los tribunales. Pero también buscamos despertar ese necesario cambio de mentalidad en nuestra sociedad. Y hacer visibles estas duras historias.