Actualmente las penas se encuentran regladas por el artículo 183 del Código Penal de forma general, pudiendo llegar hasta los 6 años de prisión siempre y cuando no exista violencia. Sin embargo, la mayor parte de casos de abuso se producen bajo cuadros de violencia ya sea física o psicológica, como coacciones o presiones; por lo que las penas mínimas aumentan.
Actualmente la media, según datos CGPJ, se encontraría en los 10 años de pena para la generalidad de los casos, debido a que muchos incurren en otra serie de agravantes como ser parte de la misma unidad familiar, la edad de la víctima o el tiempo por el que se prolongaron los abusos; siendo de largo uno de los crímenes con las mayores penas potenciales dentro de nuestro ordenamiento.
La Justicia española se muestra implacable en el castigo a los abusadores sexuales, pero nada puede conseguirse sin una denuncia. Acudir a los profesionales del derecho es clave en este proceso, asegurando la mayor agilidad y menor impacto en la víctima y su entorno.