Una denuncia es un acto muy importante y muy personal para un hombre maltratado. Personal porque toca una esfera tan íntima de una persona, que el propio hecho de hacerlo público ya es en sí mismo una gran muestra de valor. E importante porque una denuncia de maltrato puede traer muchos más beneficios que los que vemos a simple vista.
Denunciar un caso de maltrato masculino, como cualquier denuncia de maltrato, puede ser una herramienta de gran poder en un proceso judicial. E incluso puede evitar situaciones peores si se gestiona de la forma adecuada. Una denuncia con un parte de lesiones, por ejemplo; abre la puerta a solicitar medidas cautelares. Medidas que, en última instancia, pueden llevar a apartar a la maltratadora del domicilio familiar y solicitar su alejamiento de la casa; al menos de forma preventiva.
El simple hecho de conseguir esa meta, es una gran ochomil para nuestros defendidos. Por primera vez pueden ver cómo se pueden tomar medidas efectivas para sacarles de su situación. Medidas que en última instancia pueden, como se ha demostrado, generar un efecto de inercia. Porque sí. Un juicio es una prueba psicológica muy dura. Y conseguir pequeñas victorias desde el inicio es clave para poder ver que es posible llegar a la luz al final del túnel.
Aparte, una denuncia presentada de forma adecuada en tiempo y forma; más incluso que otras cosas, es una gran herramienta durante el propio proceso. No solo como iniciadora del proceso, medidas cautelares al margen, sino como primer paso para solicitar reconocimientos médicos y psicológicos, para detectar las formas más sutiles de maltrato.
Es importante denunciar, porque en si misma la denuncia ya trae elementos positivos. Y es importante contar con una defensa experta en gestionar los procesos de abuso masculino. En Patón y Asociados contamos con esa experiencia, generada a través de los años y años gestionando procesos de divorcio o denuncias de maltrato.